Serbia asumió la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU durante el mes de julio, tras ser elegida como miembro no permanente a principios de 2025. Esta posición le otorga la responsabilidad de definir la agenda y liderar las discusiones sobre temas globales críticos como conflictos internacionales, misiones de paz y crisis humanitarias.

Durante su presidencia, Serbia dirigirá varias reuniones de alto nivel, abordando asuntos delicados como la continuidad de misiones de paz y la revisión de sanciones internacionales. Esta situación ha despertado interés sobre cómo el país equilibrará sus objetivos diplomáticos con su proceso de integración en Europa.

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