El huracán Erin, primer huracán mayor de la temporada atlántica 2025, azotó Puerto Rico con lluvias intensas, ráfagas de viento y marejadas que afectaron principalmente la zona norte y el área metropolitana de San Juan. Aunque se degradó a categoría 3, su potencia fue suficiente para dejar más de 160,000 hogares sin electricidad, interrumpir el suministro de agua potable en algunas localidades y causar daños menores en carreteras, puentes y estructuras costeras.
Las autoridades locales han habilitado refugios temporales y han emitido alertas sobre posibles inundaciones y deslizamientos de tierra en áreas montañosas, instando a la población a tomar medidas preventivas como asegurar viviendas, mantener reservas de agua y alimentos, y evitar desplazamientos innecesarios. Los meteorólogos advierten que Erin continuará su trayectoria hacia el norte, impactando con oleaje elevado y condiciones marítimas peligrosas a las Islas Vírgenes, Bahamas y la costa este de Estados Unidos, incluso sin tocar tierra firme directamente. Además, se prevé que la recuperación de los servicios eléctricos y de infraestructura pueda tardar varios días debido a la magnitud de los daños.