Gran apagón en la Península Ibérica revela fragilidad de la infraestructura energética ante el clima extremo.
El pasado 28 de abril de 2025, un apagón de gran magnitud afectó a España, Portugal y partes del sur de Francia, dejando sin electricidad a millones de personas durante casi diez horas. Este incidente provocó interrupciones significativas en servicios esenciales y en la operación de infraestructuras críticas.
Las investigaciones iniciales apuntan a que el apagón fue provocado por una combinación de fluctuaciones en la red eléctrica y la desconexión de varias plantas generadoras, factores agravados por condiciones climáticas adversas. Este evento pone en evidencia la creciente vulnerabilidad de los sistemas energéticos ante fenómenos meteorológicos severos y destaca la necesidad urgente de reforzar la resiliencia de las infraestructuras frente al cambio climático.
Expertos en energía y clima coinciden en que estos sucesos serán cada vez más frecuentes y subrayan la importancia de implementar estrategias de adaptación para proteger las redes eléctricas y garantizar el suministro en situaciones extremas.
