La Unión Europea, encabezada por la presidenta Ursula von der Leyen y el primer ministro portugués António Costa, realiza una visita crucial a Pekín para celebrar los 50 años de relaciones diplomáticas con China. Este encuentro tiene como objetivo fortalecer los lazos comerciales, abordar tensiones sobre tecnología, vehículos eléctricos, derechos laborales y acceso a materias primas estratégicas como el litio y el cobre.
El diálogo también contempla la cooperación en cambio climático, seguridad cibernética y asuntos globales como la pandemia y el comercio multilateral. Sin embargo, las diferencias persisten en temas de derechos humanos y competencia geopolítica, lo que convierte esta cumbre en un momento clave para definir el futuro de la relación.