Una tormenta solar de clase G4 —una de las más intensas registradas en años— impactó recientemente la magnetósfera de la Tierra, provocando auroras boreales visibles hasta en latitudes poco habituales como Alemania, Francia, Estados Unidos y el norte de México. El fenómeno, producto de una eyección de masa coronal (CME) proveniente del Sol, ha generado serias preocupaciones en la comunidad científica y tecnológica global.
Además del espectáculo visual que cautivó a millones, la tormenta representa una seria amenaza para infraestructuras críticas. Expertos han advertido sobre posibles interferencias en las comunicaciones por satélite, interrupciones en redes GPS, fallos en sistemas eléctricos e incluso problemas en vuelos comerciales, especialmente en rutas cercanas a los polos.
🔬 Según la NASA y la NOAA, este tipo de tormentas pueden durar varios días y su frecuencia podría aumentar con el próximo máximo solar en 2025, parte del ciclo solar 25. A medida que el sol se vuelve más activo, la vulnerabilidad de nuestros sistemas tecnológicos crece exponencialmente, particularmente en un mundo donde la dependencia digital es total.
🛰️ En respuesta, agencias espaciales y operadoras tecnológicas han activado protocolos de contingencia para minimizar riesgos. Sin embargo, la falta de infraestructura de monitoreo solar en muchos países y la baja preparación de redes eléctricas podrían dejar a millones expuestos a apagones o interrupciones inesperadas.
📣 ¿Tu país está listo para afrontar una tormenta solar aún más fuerte? ¿Sabes cómo proteger tus equipos y sistemas en estos escenarios?
